QUÉ ES LA FILOSOFÍA ANTIGUA?
Reproducido y adaptado con fines exclusivamente pedagógicos.
Por: Pierre Hadot.
"Vano es el discurso del filósofo que no cura las enfermedades del alma" Filosofía epicúrea

Si hoy hablamos de "filosofía", es porque
los griegos inventaron la palabra philosophia, que quiere decir "amor a la
sabiduría", y porque la tradición de la philosophia griega se transmitió a la Edad Media, luego a los Tiempos
Modernos. Se trata, pues, de recobrar el fenómeno en su origen tomando
conciencia del hecho de que la filosofía es un fenómeno histórico que se inició
en el tiempo y evolucionó hasta nuestros días.
La idea común que se tiene ahora de la Filosofía
antigua es que los pensadores empezaron
por turnos a inventar, cada uno de una manera original, una nueva construcción
sistemática y abstracta, destinada a explicar, de una u otra manera, el
universo o, por lo menos, si se trata de filósofos contemporáneos, que
pretendieron elaborar un nuevo discurso acerca del lenguaje. Considero que una
representación así es errónea si se aplica a la filosofía de la Antigüedad.
Por supuesto que se dedicaban a pensar, mas esta
actividad teórica debe ser situada en una perspectiva diferente. Ante todo, por
lo menos desde Sócrates, la opción por un modo de vida no se localiza al final
del proceso de la actividad filosófica, como una especie de apéndice accesorio,
sino por el contrario, en su origen, en una compleja interacción entre la
reacción crítica a otras actitudes existenciales, la visión global de cierta
manera de vivir y de ver el mundo, y la decisión voluntaria misma; y esta
opción determina, pues, hasta cierto punto la doctrina misma y el modo de
enseñanza de esta doctrina.
El discurso filosófico se origina por tanto en una
elección de vida y en una opción existencial, y no a la inversa. En segundo
lugar, esta decisión y esta elección jamás se hacen en la soledad: nunca hay ni
filosofía ni filósofos fuera de un grupo, de una comunidad, en una palabra, de
una "escuela" filosófica y, precisamente, esta última corresponde
entonces ante todo a la elección de cierta manera de vivir, a cierta elección
de vida, a cierta opción existencial, que exige del individuo un cambio total
de vida, una conversión de todo el ser y, por último, cierto deseo de ser y de
vivir de cierto modo.
Esta opción existencial implica a su vez una visión
del mundo, y la tarea del discurso filosófico será revelar y justificar
racionalmente tanto esta opción existencial como esta representación del mundo.
Quiero decir, pues, que el discurso filosófico debe ser comprendido en la
perspectiva del modo de vida de quien lo enuncia. No puede estar separado uno
del otro.
La Filosofía es en efecto y ante todo, una manera de
vivir, pero que se vincula estrechamente con el discurso filosófico. Por su
fuerza persuasiva y lógica, el discurso logra incitar a los maestros y
discípulos a vivir realmente con cierto ideal de vida. La Filosofía era una
actividad dirigida a vivir la lógica, la física y la ética. No se trataba de teorizar sobre la lógica, es
decir, sobre hablar y pensar correctamente, sino que el filósofo pensaba y
hablaba bien; no se teorizaba sobre el mundo físico sino que se contemplaba el
cosmos.
No se trata de poner y separar por una parte la
Filosofía como modo de vida y por la otra un discurso filosófico que sería en
cierto modo exterior a la Filosofía, muy por el contrario, se trata de
demostrar que el discurso filosófico forma parte del modo de vida. Pero en
cambio hay que reconocer que la elección de vida del filósofo determina el
discurso. Esto equivale a decir que no se puede considerar los discursos
filosóficos como independientemente del filósofo que los desarrolló. ¿Podemos
separar el discurso de Sócrates de la vida y de la muerte de Sócrates?
¿Qué es la filosofía?
Traducción de Thomas Kauf
¿Qué es la filosofía?
Se
trata de una pregunta que nos planteamos con moderada inquietud, a medianoche,
cuando ya no queda nada por preguntar. Antes la planteábamos, no dejábamos de
plantearla, pero de un modo demasiado indirecto u oblicuo, demasiado
artificial, demasiado abstracto, y, más que absorbidos por ella, la exponíamos,
la dominábamos sobrevolándola.
Sencillamente,
nos ha llegado la hora de plantearnos qué es la filosofía, cosa que jamás
habíamos dejado de hacer anteriormente, y cuya respuesta, que no ha variado, ya
teníamos: la filosofía es el arte de formar, de inventar, de fabricar
conceptos.
Se
ha dicho que la Filosofía es cercanía, amistad a la sabiduría. Muy pocas veces
nos preguntamos el verdadero sentido de esta definición.
Son
los griegos, al parecer, quienes ratificaron la muerte del Sabio y lo
sustituyeron por los filósofos, los amigos de la Sabiduría , los que
buscan la sabiduría, pero no la poseen formalmente. Pero no se trataría
sencillamente de una diferencia de nivel, como en una gradación, entre el
filósofo y el sabio: el antiguo sabio procedente de Oriente piensa su
trascendencia, mientras que el filósofo inventa y piensa el Concepto. El
filósofo es un especialista en conceptos, y, a falta de conceptos, sabe cuáles
son inviables, arbitrarios o inconsistentes, cuáles no resisten ni un momento,
y cuáles por el contrario están bien concebidos y ponen de manifiesto una
creación incluso perturbadora o peligrosa.
¿Amigo
de la sabiduría? ¿Qué quiere decir amigo, cuando no se está hablando de alguien como tal, sino de
una disposición frente a ese saber?¿O bien amante, no será acaso más bien
amante?¿O no se trata acaso, también, de alguien diferente del amigo o del
amante? ¿Pues si el filósofo es el amigo o el amante de la sabiduría, no es
acaso porque la pretende, empeñándose potencialmente en ello más que
poseyéndola de hecho? La amistad traerá tanta desconfianza hacia el rival como
tensión amorosa hacia el objeto del deseo. Cuando la amistad se vuelva hacia la
esencia, ambos amigos serán como el pretendiente y el rival (apero quién los diferenciará?).
El
filósofo es el amigo del concepto, está en poder del concepto. Lo que equivale
a decir que la filosofía no es un mero arte de formar, inventar o fabricar
conceptos, pues los conceptos no son necesariamente formas, inventos o
productos. La filosofía, con mayor rigor, es la disciplina que consiste en crear conceptos. ¿Acaso será el amigo,
amigo de sus propias creaciones? Crear conceptos siempre nuevos, tal es el
objeto de la filosofía. El concepto remite al filósofo como aquel que lo tiene
en potencia, o que tiene su poder o su competencia, porque tiene que ser
creado. A decir verdad, las ciencias, las artes, las filosofías son igualmente
creadoras, aunque corresponda únicamente a la filosofía la creación de
conceptos en sentido estricto. Los conceptos no nos están esperando hechos y
acabados, como cuerpos celestes. No hay firmamento para los conceptos. Hay que
inventarlos, fabricarlos o más bien crearlos, y nada serían sin la firma de
quienes los crean. Nietzsche determinó la tarea de la filosofía cuando
escribió: «Los filósofos ya no deben darse por satisfechos con aceptar los
conceptos que se les dan para limitarse a limpiarlos y a darles lustre, sino
que tienen que empezar por fabricarlos, crearlos, plantearlos y convencer a los
hombres de que recurran a ellos. Hasta ahora, en resumidas cuentas, cada cual
confiaba en sus conceptos como en una dote milagrosa procedente de algún mundo
igual de milagroso», pero hay que sustituir la confianza por la desconfianza, y
de lo que más tiene que desconfiar el filósofo es de los conceptos mientras no
los haya creado él mismo (Platón lo sabía perfectamente, aunque enseñara lo
contrario...).1 Platón decía que había que contemplar las Ideas, pero tuvo
antes que crear el concepto de Idea. ¿Qué valor tendría un filósofo del que se
pudiera decir: no ha creado conceptos, no ha creado sus conceptos?
Vemos
por lo menos lo que la filosofía no es: no es contemplación, ni reflexión, ni
comunicación, incluso a pesar de que haya podido creer tanto una cosa como otra,
en razón de la capacidad que tiene cualquier disciplina de engendrar sus
propias ilusiones y de ocultarse detrás de una bruma que desprende con este
fin. No es contemplación, pues las contemplaciones son las propias cosas en
tanto que consideradas en la creación de sus propios conceptos. No es reflexión
porque nadie necesita filosofía alguna para reflexionar sobre cualquier cosa:
generalmente se cree que se hace un gran regalo a la filosofía considerándola
el arte de la reflexión, pero se la despoja de todo, pues los matemáticos como
tales nunca han esperado a los filósofos para reflexionar sobre las
matemáticas, ni los artistas sobre la pintura o la música; decir que se vuelven
entonces filósofos constituye una broma de mal gusto, debido a lo mucho que su
reflexión pertenece al ámbito de su creación respectiva. Y la filosofía no
encuentra amparo último de ningún tipo en la comunicación, que en potencia sólo
versa sobre opiniones, para crear «consenso» y no concepto. La idea de una
conversación democrática occidental entre amigos jamás ha producido concepto
alguno; tal vez proceda de los griegos, pero éstos desconfiaban tanto de ella,
y la sometían a un trato tan duro y severo. Toda creación es singular, y el concepto como
creación propiamente filosófica siempre constituye una singularidad. El primer
principio de la filosofía consiste en que los Universales no explican nada,
tienen que ser explicados a su vez.
a. no todos aman el conocimiento, algunos hasta lo rechazan.
b. la Filosofía no es un mero arte de inventar teorías
c. el amor implica tensión y rivalidad frente al objeto amado
d. la filosofía no es contemplación y para amar se debe contemplar el objeto amado.
El papel del filósofo consiste fundamentalmente en
a. crear teorías
b. descubrir conceptos
c. crear conceptos propios
d. reflexionar la realidad
Cuando en el texto se dice "hay que sustituir la confianza por la desconfianza" se refiere a que
a. no existe un amigo o una amante confiable
b. el filósofo no debe mantener los conceptos del pasado sino crear los suyos
c. la filosofía puede darnos conocimiento pero nunca la sabiduría
d. debemos ser críticos con los conceptos de los que nos intentan convencer.
Complete la idea de acuerdo al texto: la Filosofía no puede ser simple reflexión, si fuera así...
a. no serviría para ir más allá de lo que hay en la realidad
b. el propio pensamiento sería engañoso, porque la reflexión como tal no asegura ninguna verdad
c. la Filosofía sería un asunto de todos y cualquiera podría inventar conceptos de la realidad.
d. no sería necesaria en ninguna disciplina del conocimiento ya ellas desarrolla su propia reflexión
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