martes, 29 de septiembre de 2015



LA CONTRADICCIÓN OPRESORES - OPRIMIDOS, SU SUPERACIÓN.

Por: Paulo Freire.
Texto extraído del libro "Pedagogía del oprimido" (http://www.ensayistas.org/critica/liberacion/varios/freire.pdf) y editado con fines pedagógicos.


El problema de la humanización, que como asunto axiológico ha sido siempre importante, recobra una relevancia especial en nuestros días, ya no sólo como problema filosófico del ser, sino como un problema de la realidad histórica.


Es también y quizá básicamente, que a partir de esta comprobación dolorosa, los hombre se preguntan por la otra viabilidad, la de un proyecto de humanización. Ambas, se inscriben en un permanente movimiento de búsqueda. Humanización y deshumanización, dentro de la historia, en un contexto real, concreto, objetivo, son posibilidades de los hombres como seres inconclusos y conscientes de su inconclusión.

Sin embargo, si ambas son posibilidades, nos parece que sólo la primera responde a lo que denominamos "vocación de los hombres". Vocación negada, mas afirmada también en la propia negación. Vocación negada en la injusticia, en la explotación, en la opresión, en la violencia de los opresores.  Afirmada en el ansia de libertad, de justicia, de lucha de los oprimidos por la recuperación de su humanidad despojada.

La des-humanización, que no se verifica sólo en aquellos que fueron despojados de su humanidad sino también, aunque de manera diferente, en los que a ellos despojan, es distorsión de la vocación de SER MÁS. Es distorsión posible en la historia pero no es vocación histórica.

La violencia de los opresores, des-humanizándolos también, nos instaura otra vocación, aquella de ser menos. Como distorsión del ser más, el ser menos conduce a los oprimidos, tarde o temprano, a luchar contra quien los minimizó. Lucha que sólo tiene sentido cuando los oprimidos, en la búsqueda por la recuperación de la humanidad, renuncian a la idea de oprimir a los opresores, y en cambio procuran restaurar la humanidad de ambos. Ahí radica la gran tarea humanista e histórica de los oprimidos: liberarse a si mismos y liberar a los opresores. Los que oprimen, explotan y violentan en razón de su poder, no pueden tener en dicho poder la fuerza de su liberación. Sólo el poder de los oprimidos puede forjar el proceso de liberación, tanto de los opresores como de los mismos oprimidos.  Es por esto por lo que el poder de los opresores, cuando pretende suavizarse ante la debilidad de los oprimidos, no sólo se expresa, casi siempre, en una falsa generosidad, sino que jamás la sobrepasa. Los opresores, falsamente generosos, tienen la necesidad de que la situación de injusticia permanezca a fin de que su "generosidad" continúe teniendo la posibilidad de realizarse. El "orden" social injusto es la fuente generadora, permanente, de esta "generosidad" que se nutre de la muerte, del desaliento y de la miseria.

El poder no se siente cómodo ante las amenazas contra la fuente de esta "generosidad". El poder no entiende que la verdadera generosidad radica en la lucha por la desaparición de las razones que alimentan al falso amor. La verdadera generosidad sólo se entiende en la lucha para que esas manos, que se extienden suplicantes, llenas de miedo, sean cada vez menos.

¿Quién mejor que los oprimidos se encontrará preparado para entender el significado terrible de la sociedad opresora? ¿Quién mejor que ellos para ir comprendiendo la necesidad de la liberación? Liberación a la que no llegarán por casualidad, sino por la praxis de su búsqueda; por el conocimiento y reconocimiento de la necesidad de luchar por ella. Ese es el papel de la pedagogía. Pedagogía que haga de la opresión y sus causas el objeto de reflexión de los oprimidos, de lo que resultará el compromiso necesario para su lucha por la liberación.

El gran problema radica en cómo podrán los oprimidos, como seres duales, in-auténticos, que "alojan" al opresor en sí, participar de la elaboración de la pedagogía para su liberación. Sólo en la medida en que descubran que "alojan" al opresor  podrán contribuir a su liberación. Mientras vivan en la dualidad en la cual ser es parecer, y parecer es parecerse con el opresor, es imposible hacerlo. La pedagogía del oprimido es un instrumento para este descubrimiento crítico.

Sin embargo hay otro problema. Es que casi siempre, en un primer momento de este descubrimiento, los oprimidos, en vez de buscar la liberación en la lucha y a través de ella, tienden a ser opresores también. La estructura de su pensamiento se encuentra condicionada por la contradicción vivida en la situación concreta, existencial en que se forman. Su ideal es realmente, ser hombres, pero para ellos ser hombres (en la contradicción en que siempre estuvieron y cuya superación no tienen clara) equivale a ser opresores.

Esto deriva, en el hecho que, en cierto momento de su experiencia existencial, los oprimidos asumen una postura que llamaremos "adherencia al opresor". El reconocimiento de la situación de oprimidos  no basta, pues este conocimiento se encuentra perjudicado por su inmersión en la realidad opresora. Se reconocen en antagonismo al opresor, así que su lucha no es por su humanización sino por tomar el lugar del otro; en vez de la liberación, buscan la identificación con su contrario. Para ellos, el hombre nuevo son ellos mismos, transformándose en opresores de otros. Su visión del hombre nuevo es una visión individualista, su adherencia al opresor no les posibilita la conciencia de si como personas, ni su conciencia como clase oprimida.

En un caso específico, quieren la reforma agraria, no para liberarse, sino para poseer tierras y, con éstas, transformándose en patronos de nuevos empleados.

Uno de los elementos básicos en la mediación opresores - oprimidos es la prescripción. Toda prescripción es la imposición de la opción de una conciencia a otra. De ahí el sentido alienante de las prescripciones que transforman a la conciencia receptora en una conciencia que aloja la conciencia opresora. Los oprimidos, que interiorizan la "sombra" de los opresores siguen sus pautas, temen a la libertad, en la medida en que ésta implica la expulsión de esa "sombra", y esto exigiría que llenaran el vacío dejado por la expulsión con un contenido diferente: el de su autonomía. Los oprimidos, acomodados y adaptados, inmersos en el propio engranaje de la estructura de dominación, temen a la libertad, en cuanto no se sienten capaces de asumirla.








4 comentarios:

Unknown dijo...

uno delo mayores miedos del ser humano es a enfrentarse a su propia realidad por que teme a perder lo que poco que ha echo y que considera propio, algo que lo hace y dejara esclavo ya que siempre debe de dar tributo y lo único que deja es una criticadera de lo que pasa y cuando se va a solucionar por miedo a renunciar lo echo queremos que se haga a nuestro pero con miedo, ya que se esta ligado a rendir tributo, solo por que tiene poder y el rango de uno es inferior que en cuentas no es nada, ya que siempre para el pueblo seremos sus títeres y nosotros los consideramos los titiriteros y cuando queremos cortas los hilos hay uno que se enreda y por culpa del miedo

barrantes becerra dijo...

Nos encontramos en un mundo en el cual todos somos sin lugar a dudas esclavos de la opresion por parte de los altos lideres en esta sociedad que solo buscan un capitalismo para hacerse "mas poderosos" pero en realidad estan explotando y aprovechandose de el poder que se les otorga, asi mismo el hombre se esta dando cuenta de que esta cometiendo un grave error al darle poder a una persona que tal ves no sabe como gobernar porque para primero ser lider tiene que saber que hay limites que no se deben romper. Aunque el hombre no le presta la suficiente atencion de que esta siendo victima de su propio invento el capitalismo y por ello la sociedad se esta volviendo y no lo demostramos que estamos en desacuerdo con los hilos que nos atan dia a dia y pueden conllevarnos a malas decisiones por no tener una "economia estable" en la cual tragan los desinteresados gobernadores mientras un pueblo entero esta sufriendo por que ellos esten bien, uno de los casos mas comunes es ver como la sociedad se esta ilusionando con un proceso de paz sabiendo que todos los gastos van a ser del bolsillo del pueblo que conllevarian a una tasa de pobreza exonerable que no se va a poder recuperar por los impuestos,ivas y recibos que son injusticias sociales encontrandonos con sorpresas inesperadas y quitandonos el consumismo normal que deberiamos tener pero a rl gobierno no le interesa que su pueblo este sufriendo, les importa ganar mas capitalismo en esta sociedad ignorante

Unknown dijo...

el opresor logra su objetivo siempre y cuando el oprimido se deje dominar y llevar por los ideales que el tiene y ejerce una opresion a quien a quien ejerce su proposito un ejemplo de esto es el gobierno y el pueblo por que el gobierno impone su politica y el pueblo lo sigue nos oprime para el ser el opresor y el pueblo el oprimido pero si el pueblo se defendiera esto seria una igualdad pero nos dejamos llevar por ese gobierno que nos llena de miedo y nos oprime cada vez mas cuando el oprimido se vuelve opresor es por que el entra a defender sus ideales por los que empezo a luchar el cual a muchos nos beneficia los ineteres que el tiene pero al presentarse eso el se vuelve opresor por que el esta oprimiendo sus derechos y muchas veces las dos partes usan la fuerza para lograr sus propios beneficios odnde unos terceros donde la poblacion mas necesitada no se beneficia en ninguno de los dos casos y viene hacer los oprimidos
buenas noches soy eliana florez del grado 11-c

Luisa Maria Sedas dijo...

La cuestión aquí que los Peronistas, Marxistas, Socialistas y Comunistas del Siglo XXI son unos delincuentes, hombres sin Código, Sin Moral sin Ética, vacíos de Ser Racional y Bondad ante sus semejantes, hipócritas y cínicos, que ven la oportunidad de alcanzar poder y riqueza usando la necesidad, la pobreza y la ignorancia de su prójimo para someterle. Los obreros y los pobres de América Latina viven cambiando de tiranos sin jamás destruir la tiranía de sus opresores. La Izquierda Política es más amante del dinero y de los vicios del Capitalismo que la jodida Derecha política. Como creer en estos hombres que se suben al púlpito a hablar de representar derechos que no representan y no contraen obligaciones como los demás.